Veinticuatro años de servicio ininterrumpidos son los que cumplió recientemente el Sargento 1° Rodrigo Solís L., el mismo que se define como una mente inquieta y curiosa que ha entregado soluciones innovadoras a necesidades institucionales, desde un panel de carga de batería portátil para “Unmanned Aerial Vehicle” (UAV), hasta la alimentación energética de distintos vehículos, sistemas de artillería y de comunicaciones.

Oriundo de Viña del Mar, es el primer militar de su familia. Sintió el llamado joven. Para sorpresa, pero orgullo de sus padres, realizó el Servicio Militar de manera voluntaria a los 17 años, iniciando así una vida de vocación por la patria en la Escuela de Montaña, para luego, ya como Suboficial de Ejército, dar sus primeros pasos en la vida uniformada en el entonces Regimiento de Infantería N° 4 "Rancagua" en Arica, su unidad cuna.

“Estos 24 años han sido una carrera que ha pasado muy rápido. Entré al Ejército por vocación, por amor a la Patria”, reflexiona el suboficial, en una rápida mirada a su pasado, pero con la vista hacia los desafíos del futuro.

Casado y con dos hijos, su vida militar se ha desarrollado principalmente en la VI División de Ejército. En la actualidad, desde la 1ra. Brigada Acorazada “Coraceros”, poniendo en práctica sus conocimientos como telecomunicador, ha estado en contacto directo con sistemas de armas, dando soluciones innovadoras a distintas situaciones que se han presentado.

Si hay una característica por la que es destacado por sus camaradas, es que, ante los problemas, resuelve. Así ha ocurrido en los últimos años, ante dificultades de mediano o gran complejidad, aportando alternativas concretas y realistas. Uno de sus principales orgullos es la creación de un sistema portátil de carga de baterías de UAV con energía solar y desde el alternador del motor de un vehículo. Idea innovadora y rupturista con implicancias reales para la Fuerza Terrestre.

Su trabajo es consecuencia de su personalidad. Desde su egreso de la Escuela de Suboficiales, inquieto, realizó distintos cursos de perfeccionamiento relacionados a la informática y electrónica.  “Cuando uno hace algo que lo apasiona, es algo totalmente distinto”, reflexiona, junto con agradecer a la Institución por la oportunidad de poder participar de ellos.

Hoy, sus capacidades no han pasado desapercibidas. Y en función a que sus soluciones no queden radicadas solo en el norte, el Sargento 1° Solís visitará distintas zonas del país, para seguir compartiendo sus conocimientos con otros integrantes de la Institución, masificando estas innovaciones, en beneficio a la Institución.

Con mirada a las futuras generaciones, el Sargento 1° Solís llama a los nuevos suboficiales a que “nunca dejen de soñar, de capacitarse, instruirse y de entregar el conocimiento”, haciendo hincapié en la satisfacción de aportar al crecimiento de los nuevos integrantes del Ejército de Chile.