En el Ejército existen diversas especialidades en la que un Oficial o Suboficial puede desarrollar su carrera, pero existe una unidad que es distinta a las otras y que exige un entrenamiento del día a día con un compañero de cuatro patas, es el Centro de Adiestramiento Canino del Ejército. Es aquí donde el Cabo 1° Jean González lleva cerca de cuatro años especializándose, incluso teniendo la posibilidad de viajar a Europa para implementar nuevos y avanzados conocimientos en la Institución.

El llegar a la Unidad Canina fue un camino que desde pequeño, y sin darse cuenta, empezó a sembrar, “recuerdo que desde niño me crié en Colchagua y debido a la zona geográfica ya tenía cercanía con los animales”. Un sentimiento que perduró hasta los 18 años, edad donde González ingresó al Servicio Militar, “al principio era un mundo desconocido, la doctrina, ejercicios, rutinas diferentes a la de un civil donde era difícil adaptarse, pero con el tiempo y a la mitad de mi servicio pensé que la vida militar era para mí”, manifestó el Cabo 1° González.

De esta manera Jean, con 19 años ingresó a la Escuela de Suboficiales egresando después de un año a la Escuela de Artillería, “el 2012 fui destinado al Regimiento Policía Militar N°1 “Santiago” desempeñandome como Instructor durante tres años , hasta que el 2015 realicé un curso de Guía de Perros penitenciarios de Gendarmería de Chile, el cual me dio luces a lo que me quería dedicar”.  No fue hasta el año 2018 en que el Cabo 1°  González pudo ingresar a la Unidad Canina conociendo a su fiel camarada “Yuz” un Labrador color chocolate con el cual comenzó su carrera como guía canino, “debo admitir que no fue fácil, el trabajo de confianza es de ambos y es el tiempo el que da esa conexión que debe existir””.

El binomio, que es la suma del ejemplar canino y el guía, se desempeñan en el área de detección de drogas debido a que Yuz es labrador y su raza tiene las cualidades necesarias para esta labor. “Recuerdo que era mi primer ejercicio real de detención de drogas, los nervios estaban y cuando Yuz empieza a rasgar con sus patas, anunciando que había encontrado algo, fue el inicio de mi carrera como Guía Canino”, con estas palabras el Cabo 1° González daba a conocer su vínculo con el ejemplar iba cada vez mejor.

“En ocasiones los perros son como terapia, si bien no pueden entender lo que uno les dice, si sienten y eso sirve tanto en lo personal como también en lo profesional”, esto es parte de lo que comenta Jean, “lograr la conexión con el canino es la base de todo”. Este conocimiento es parte de lo que logró aprender en el Curso de Combate y Seguridad Canino realizado en el Centro Militar Canino de la Defensa (CEMILCANDEF), en la cuidad de Madrid y para el cual fue seleccionado. “Cuando supe que viajaría fueron sentimientos encontrados, por un lado, sentía alegría y por otro nerviosismo por la nueva experiencia”

Para esto Jean debió separarse de Yuz por un periodo de seis meses, “me hubiese encantado ir con él pero es parte de otra especialidad (…) recuerdo que salimos a caminar y le dije que me iría por un tiempo,  pero que era para seguir especializándose”

El objetivo del curso era capacitarse en misiones de búsqueda, detección, localización, marcaje y neutralización de intrusos, así como también patrullas preventivas de seguridad, control de accesos y de masas. “La idea es poder implementar el conocimiento adquirido en nuestros futuros guías caninos, si bien son seis meses de arduo entrenamiento, vale la pena poder realizarlo y espero que otros guías también tengan la posibilidad de vivir esta u otra experiencia para poder seguir perfeccionando nuestra Unidad Canina”, cerró González, manifestando felicidad de haber aprobado el curso y esperando el reencuentro con su amigo fiel Yuz.