Distante a más de tres mil kilómetros de Santiago se encuentra Punta Arenas, capital de la región más austral de Chile, conocida por sus bellos paisajes, gélido clima y por el estrecho de Magallanes, franja de mar que conecta los océanos Pacífico y Atlántico.

Con más de 124 mil habitantes, esta urbe emerge como importante polo industrial, ganadero y marítimo y dada su cercanía al continente blanco, se convierte como centro de investigación y desarrollo de la flora y fauna en el confín del planeta.

Y es en este paraje austral, sumado a Puerto Natales y Porvenir, donde el Ejército de Chile mantiene una importante presencia territorial y colabora en tareas de apoyo a la comunidad, como son las emergencias y las catástrofes y actualmente en lo relativo a la contención de la pandemia por Covid-19.

Para conocer la realidad operativa de estas unidades, personal del Comando de Operaciones Terrestres (COT), estamento encargado de verificar la eficiencia de la Fuerza Terrestre, inspeccionó en terreno la Fase de Formación Inicial del Combatiente Individual (FFICI), que se desarrolló en el Regimiento N°10 “Pudeto”, Regimiento Logístico N°5 “Magallanes” y el Destacamento Acorazado N°5 “Lanceros”.

“Nuestro objetivo es evidenciar en terreno, el nivel de eficiencia en la planificación del programa de instrucción que desarrollan los soldados conscriptos”, expresó el Teniente Coronel, Martín Mujica D., Jefe del Departamento VII “Doctrina y Entrenamiento” del COT.

En específico, durante esta fase, el joven recientemente acuartelado se instruye para convertirse en un combatiente individual, capaz de desenvolverse de manera eficiente en un campo de batalla.

Con una evaluación final que consistió en el paso de diversas canchas, tales como primeros auxilios, orientación, paso de obstáculos, entre otras, los jóvenes culminaron esta primera exigencia que les presenta la vida militar y que fue inspeccionada in situ por una comisión del Comando de Operaciones Terrestres.

“Las observaciones que dejará el COT, servirán para optimizar procedimientos y compartir experiencias que puedan servir a la Fuerza Terrestre” expresó el Comandante del Destacamento Acorazado N°5 “Lanceros”, Coronel Carlos Osses S.

En efecto, esta retroalimentación permitirá elevar los estándares de eficiencia en el nivel operativo de las unidades inspeccionadas, precisamente en lo que dice relación a esta primera fase de formación, inigualable experiencia de vida para estos entusiastas jóvenes soldados conscriptos del Ejército de Chile.