Rapidez, movilidad, poder de fuego y un alto grado de efectividad en el empleo del material; marcaron la tónica del ejercicio multi escalón “Puño de Acero”, evento que del 15 al 27 de octubre realizaron las unidades de la I División del Ejército de Chile, en distintos frentes de la Región de Antofagasta.
Durante las jornadas en terreno, los efectivos fueron puestos a prueba en los conocimientos y destrezas de sus respectivas especialidades, todo bajo situaciones estresoras y lo más cercana a una realidad de combate. “En el marco de los procesos de instrucción y entrenamiento, realizamos el ejercicio Puño de Acero, con el fin de evaluar en terreno el alistamiento operacional de nuestras unidades”, informó el Jefe de Estado Mayor de la I División, Coronel Luis Barañao T.
Con diversas misiones y aplicación de ataques y defensas en terreno, la actividad supo del empleo de la Infantería, Artillería, Caballería Blindada, Ingenieros, Telecomunicaciones; además de un adecuado empleo logístico, tanto diurno como nocturno. “Este tipo de ejercicios nos permite poner en práctica todos nuestros conocimientos. En lo que respecta a mi tarea, a pesar de las condiciones climáticas, donde el viento en este terreno desértico puede interferir en el desplazamiento del tiro. El entrenamiento como equipo de combate, nos permite realizar un blanco correcto”, comentó el Sargento 2° Esteban Parra S., apuntador del misil “Spike”.
El accionar fue evaluado in situ y en todos los frentes operativos por personal del Comando de Operaciones Terrestres, estamento cuya misión es asegurar el eficiente uso de la fuerza. “Nuestra célula de evaluación del COT, se despliega en terreno para evidenciar la operatividad del personal que está inserto en este ejercicio”, expresó el Teniente Coronel Fernando Palavecino V., oficial del Departamento VII “Doctrina y Entrenamiento” del COT.
Para quienes formaron parte del ejercicio, el poder emplearse en terreno desértico y agreste, con las características y condicionantes propias a una realidad de combate, constituye una oportunidad de medir habilidades y conocimientos. “Esta actividad ha significado desarrollar todas nuestras capacidades que hemos entrenado, obteniendo experiencias que, en el caso de los más jóvenes, servirá para el desarrollo de sus carreras. En mi caso personal, que estoy en el término de mi paso por el Ejército, resulta muy emocionante el poder participar de este completo ejercicio”, comentó, visiblemente emocionado, el Suboficial Mayor de Comando de la I División José Berrios Á.
El Puño de Acero fue una prueba que puso en evidencia la pasión, compromiso y entusiasmo en la profesión militar; cualidades que dejaron de manifiesto y que evoca la herencia de quienes, merced a su patriotismo, iniciaron la rica tradición que distinguen a los soldados vencedores del desierto.
Por Germán Palma, periodista del Comando de Operaciones Terrestres.