Las fiestas patrias siguen superando las fronteras. Es así como en Portugal, autoridades locales realizaron la inauguración de un busto en honor del prócer de la Patria, General Bernardo O’Higgins.

La ceremonia se llevó a cabo el 18 de septiembre, en la Avenida da Liberdade, la vía más importante de Lisboa, rindiendo tributo a quien llevó a Chile en la senda de la independencia y la de países hermanos.

Las gestiones para lograr este evento comenzaron hace casi un año, cuando el embajador de Chile en Portugal, Pedro Pablo Díaz, logró el apoyo por parte del gobierno local. Sobre la importancia de este gesto, el Agregado Militar en Portugal, Coronel Sergio Gutiérrez, explicó que ésta “radica en el reconocimiento que se le otorga a la figura de O’Higgins en estas viejas tierras”.

“La importancia de recodar y reconocer a nuestros héroes que han hecho grande esta nación, como también difundir en el extranjero lo que han hecho por nuestra historia y, principalmente, por nuestra patria. Qué mejor que inaugurar un busto de O’Higgins en esta fecha tan importante para nuestro país como para nuestro Ejército de Chile”, agregó el oficial.

Al respecto, el profesor James O’Higgins Norma (descendiente del padre de la patria y residente en Irlanda), dijo que “es maravilloso que un nuevo busto sea erigido en Portugal en honor de mi ancestro. Cuando él fundó Chile, lo hizo en la base de la fraternidad, igualdad y libertad. Estos son principios muy importantes para Chile y para el mundo y lo siguen siendo hoy como lo fueron cuando Chile alcanzó su independencia en 1818. El espíritu de Bernardo O’Higgins sigue hoy en Chile, Irlanda y el mundo, llamándonos a trabajar juntos para alcanzar la inclusión de todas las personas”.

El acto contó con la presencia de autoridades civiles y militares del Gobierno de Portugal, el alcalde de Lisboa y de personal de la Embajada de Chile en Portugal. Esta escultura de bronce de Bernardo O’Higgins, es obra del escultor José Carocca, fallecido en 1966, siendo su base construida con la piedra Lioz Abancado, la misma con la que se construyeron el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém en Portugal.

El General O’Higgins tenía una personalidad fuerte, era valiente y dejó sus tierras para luchar por la independencia. Hizo cosas impensables para su época y la comprendió en tiempos de cambio y creyó en la República, luchando por ella.

O’Higgins, junto con tantos otros criollos de aquellos años, nos mostró el camino y además, como era un soñador y un visionario, en sus últimas palabras antes de morir exclamó: “¡Magallanes! ¡Magallanes! ¡Magallanes!", tratando de explicar cómo este navegante portugués, 300 años antes, nos abrió el mundo, a uno mejor.